UNA NAVE ESPACIAL
Por Fito Páez
Carta publicada en la Revista 32 Pies PUERTO DE LA MUSICA Nro 1 Año 1- Jul Set de 2011
Ni en los sueños más delirantes de mis años de
infancia hubiera imaginado que una nave
espacial iba a aterrizar en mi ciudad. Y menos a
pocas cuadras del lugar donde nací. Y menos
que la iba a construir el arquitecto Oscar
Niemeyer. Y que en un mundo donde todo
se licua solamente a través de los intereses de unos
cuantos, este tal Oscar nos iba a prodigar
espacios para escuchar y estudiar música.
Lugares para la expresión de muchos y de donde
se emitiría música para el espacio sideral. Allí a
veinte cuadras de Santa Fe y Balcarce en la
ciudad de Rosario. Cuando los saturninos
o neptunianos vieran el lugar desde el cielo, lo
señalarían como si hubieran identificado algún
edificio de su cultura arquitectónica, extrñamente
enclavado a orillas de ese manchón de
agua marrón llamado río Paraná, y se preguntarían
qué hacía ese mastodonte blanco en aquel
exótico lugar.
Algunos malandras del espacio exterior e interior
habrán de querer destruirlo para que la alegría
no se propague por el universo, pero los
muchachos y muchachas de buen corazón de
todo el mundo llegarán hasta arriesgar sus vidas
para expulsar a los enemigos que intenten
impedir la realización y maravillización del
Puerto de la Música. Por supuesto que me
moriría de envidia si alguien cantara antes que
yo por primera vez en esas tablas bajo ese cielo,
pero las cartas en muchos casos las marca el
destino. Sólo espero que en ese caso jueguen
a mi favor