04/01/2025
El fin de los paradores de cemento en Pinamar: demolieron Cabo Blanco y se sumarán metros de playa pública
Fuente: telam
Con la caída del último balneario de hormigón, la ciudad balnearia culmina un proyecto que transformó su frente costero, recuperó espacio público y renovó su identidad turística
>El parador Cabo Blanco, esa mole de cemento que desentonaba con el manto amarillo de los médanos y el vaivén del mar, ya es historia. Se trataba de la última estructura de cemento que quedaba en pie en la costa de Pinamar, que parecía resistirse al paso del tiempo y a las nuevas normas. Su demolición simboliza un adiós definitivo a los antiguos balnearios de hormigón que durante décadas dominaron el pasaje costero y marca un hito en un proceso de renovación del frente marítimo que lleva más de nueve años y que transformó radicalmente la fisonomía de este destino turístico.
En su última etapa, se encontraba cercado por madera y rodeado de vegetación que avanzaba sobre sus muros deteriorados. En su interior se acumulaban escombros y objetos abandonados. El lugar era utilizado por surfistas para cambiarse, antes y después de adentrarse al mar. En ocasiones, allí también solían verse a jóvenes usando los techos y las paredes para practicar skate.
En ese espacio predomina hoy la arena. Está rodeado por una cerca de madera y en el frente hay un cartel que indica: “Remediación del médano. No circular”. En días de mal clima, los vendedores ambulantes resguardan allí sus carros.Desde el municipio informaron que el área se destinará a playa pública, aunque también podría albergar propuestas temporales, como stands o actividades promocionales, sin construcciones fijas. De hecho, en los últimos días se instalaron sombrillas de paja en la zona como parte de una acción publicitaria.El proyecto, que eliminó 46 paradores de cemento, permitió la recuperación de más de 110.000 metros cuadrados para playa pública y devolvió al médano costero su vegetación original. “La renovación implicó la demolición de 60.000 m² de hormigón, la recuperación de 1300 metros lineales de playa pública (antes solo había 200 metros lineales), la protección del acuífero de agua dulce y nueva infraestructura que permitió tener actividad turística todo el año”, afirmó Yeza en su cuenta de la red social X.
Los primeros paradores en este destino de la Costa Atlántica se construyeron a finales de los años 50. En los 90, con el boom de Pinamar, surgieron los balnearios repletos de servicios. Tenían canchas de fútbol, de paddle, piscinas y hasta salas de masajes, además de convocar a famosos.Como parte del plan de reconversión, el Municipio obligó a los paradores a construir sobre pilotes, a un metro y medio de altura sobre la arena. El diseño fue planteado estratégicamente para no interferir en el libre tránsito de la arena y, de esta manera, garantizar la salud ecológica de la playa. Por cuestiones de dimensiones, muchos balnearios pasaron a localizarse sobre lo que eran sus estacionamientos. Las nuevas ubicaciones permitieron ganar espacio para playas públicas.
Sin embargo, la implementación de la ordenanza no fue sencilla. Varios concesionarios frenaron el envión renovador con medidas cautelares dispuestas por la Justicia, que trabaron los intentos de demolición. En los casos de los paradores Cabo Blanco y Pinamar Golf, la contienda judicial llegó hasta la Suprema Corte de Justicia bonaerense.Así, las estructuras resistieron años de litigios judiciales antes de que el municipio recuperara su posesión en 2021. Pinamar Golf fue derrumbado en mayo del año siguiente. Ahora, allí hay playa pública. Si bien se estudiaba la posibilidad de un proyecto de Prefectura Naval para construir una nueva base, lo mismo se decidió para el espacio donde se erigía Cabo Blanco, cuya demolición se concretó a fines de noviembre pasado.Además, como parte del proyecto en la zona se contempla la remoción de taludes de arena que obstruyen la vista al mar desde la Avenida del Mar. Estas formaciones, creadas por antiguos concesionarios al trasladar arena de los estacionamientos, serán eliminadas para recuperar el paisaje costero original.
Fotos: Pablo Kauffer
Fuente: telam