“En estos tiempos en los que las desigualdades y el cambio climático son las mayores amenazas mundiales, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) debe contribuir a reforzar los servicios meteorológicos e hidrológicos para proteger a las poblaciones y sus economías, proporcionando servicios rápidos y eficaces, y sistemas de alerta temprana”.

Esas fueron las primeras palabras de Celeste Saulo, científica argentina de 59 años, quien se convertirá en la primera mujer en dirigir la OMM.

Saulo fue elegida en la primera ronda de votación realizada por los representantes de los países miembros de la OMM quienes se reunieron la semana pasada en Ginebra (Suiza). La científica latinoamericana obtuvo 108 votos frente a 37 de quien era su principal rival por ese puesto, el chino Zhang Wenjian.

La científica latinoamericana asumirá funciones el 1ero de enero de 2024, sustituyendo a Petteri Taalas.

¿Quién es?

Celeste Saulo se doctoró en Ciencias Meteorológicas en 1996 en la Universidad de Buenos Aires (UBA). A lo largo de su carrera se ha especializado en la predicción numérica del tiempo, las interacciones entre tierra y atmósfera, así como en el estudio de sistemas de precipitación intensa en la zona meridional de América del Sur.

En los últimos años, Saulo se ha centrado en problemas interdisciplinarios, incluyendo la producción de energía eólica, los servicios climáticos para aplicaciones agrícolas y los sistemas de alerta temprana.

Desde 2014 dirige el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina. En su candidatura, se describió como una “apasionada por la meteorología y la resolución de los desafíos globales asociados al cambio climático, los riesgos naturales y la creciente vulnerabilidad de los pueblos”.

“Estamos ante una enorme crisis global que es la combinación de cambio climático e inactividad”, dijo en entrevista con AFP, a la vez que abogó por reforzar la coordinación y la innovación en la OMM.

Desafíos

La OMM tiene un rol clave en la vigilancia y anticipación de los efectos del cambio climático. También vigila la subida del nivel del mar, la evolución de las temperaturas, el deshielo de los glaciares y otros indicadores de la degradación del clima.

En los últimos años, la organización ha puesto el acento en nuevos sistemas de vigilancia y alerta destinados a salvar vidas ante los eventos climáticos, pero también a comprender mejor y anticiparse a los profundos cambios que está provocando.

Saulo destacó que su prioridad será aplicar este trabajo en el terreno y citó como ejemplo los planes de la OMM para que todo el planeta disponga de sistemas de alerta temprana. “Tienes que tener objetivos globales, pero acción local”, dijo. Al final, “la implementación trata de la gente. Y la gente tiene su ambiente, su cultura, sus necesidades, sus oportunidades y sus sueños, y tenemos que trabajar para ella”.

Asimismo, la científica argentina prometió dar voz a los países más vulnerables a la meteorología extrema agravada por el cambio climático. “En la OMM, nos preocupamos de qué ocurre con el mundo menos desarrollado y los pequeños países insulares. El problema es que no tenemos programas específicos para abordar sus necesidades”, señaló.

También denunció que países con alto grado de responsabilidad en el calentamiento global no veían realmente el problema del cambio climático. “Estoy realmente preocupada por esto. Y haré lo máximo desde esta organización para intentar convencer a estos que deben realizar un cambio de verdad para comprometerse”, afirmó.

No se quedó allí, también hizo autocrítica y dijo que la OMM debe desencriptar alguna de su terminología climatológica y meteorológica. “Tenemos que hablar su idioma”, afirmó.

Pese a todo, Saulo es positiva. “Tenemos gente joven. Tenemos gente que quiere cambiar las cosas”, aseguró. “Así que soy optimista porque podemos empezar con pequeñas acciones, demostrar resultados y, trabajando juntos, lo conseguiremos”.