05/09/2024
Un viaje poético para conservar la memoria del cine
Fuente: telam
Los autores del documental “La otra memoria del mundo”, estreno de esta semana en el cine Gaumont, cuentan inspiraciones, núcleo narrativo y método de trabajo para concretar la obra
>La otra memoria del mundo es un ensayo documental en blanco y negro, dirigido por Mariela Pietragalla que se estrena esta semana en el cine Gaumont, y que parte de la idea de la preservación de la memoria cinematográfica.
Creemos que, más allá de lo que las películas cuentan, el cine en sí es memoria del siglo XX: latente en los sonidos de los carretes pasando por el proyector, las palancas de esta gran maquinaria, los dispositivos analógicos, un tiempo rememorado que en esta película se interrumpe con un tiempo real y presente con el trabajo de los albañiles, o el mecanismo del viejo ascensor que conecta los pisos de ese edificio y la fantasmagoría de un anciano que intenta recuperar una inolvidable historia de amor.
Inspirado en Toda la Memoria del Mundo film dirigido por Alain Resnais en 1956, nuestro documental hace una operación de cita con variaciones sobre aquella película francesa: algunos planos incluso, están reconstruidos con esa misma actitud de encuadre y tema, lo mismo que la voz en over que atraviesa el relato.Hay tres grandes ejes que articulan nuestro documental: un edificio art deco que alberga esta memoria, y que se deteriora y repara entre sus luces y sus sombras; un anciano que vive allí y busca recuperar un momento perdido en su historia cuando bailó junto a Miguel de Molina en la película Luces de Candilejas; un archivo de cine con sus objetos y maquinarias y los obreros que trabajan en la restauración del edificio.A modo de cámara subjetiva accedemos a este imponente edificio que fue la sede del diario Crítica de Buenos Aires, un espacio de enormes claroscuros, profundamente sugestivo y misterioso con un aire noble y decadente. La imagen en blanco y negro emana algo de la atmósfera propia del cine expresionista. Percibimos sombras, movimientos de luz, oímos los susurros de los fantasmas del cine, seguimos las señales e hipnotizados por ellas encontramos la figura del anciano que mora en este edificio.
Proceso creativo: si bien en una primera etapa, la película se remite a Resnais que fue nuestro inspirador punto de partida (TLMDM) y por lo tanto al edificio que alberga esa memoria del mundo, y que en Resnais es la Biblioteca de Paris, en medio de la realización descubrimos a Rafael Corral, un hombre de 90 años que sería el personaje que nos haría reformular el guión inicial y guiaría el recorrido de esta historia. Durante la primera entrevista que tuvimos con él (y que aparece en el documental) nos cuenta sobre su vínculo, a muy temprana edad, con Miguel de Molina el ícono de la música española quien trabajaría en Argentina en dos películas (Esta es mi vida y Luces de candilejas). Allí descubrimos que había una historia que no podíamos soltar. Rafael es el que marca la línea narrativa como un hilo que lo guía.La otra memoria del mundo recorre los pasillos y los rincones del archivo, ingresa al laboratorio, a la biblioteca, a la sala de afiches y recortes, y expone con atención la fragilidad del material, a la vez que las manos que lo preservan. Tanto el diseño sonoro como la imagen son fundamentales para construir esa idea de objeto perdido y de fragilidad.
* Mariela Pietragalla es directora y Alejandra Portela es coguionista de La otra memoria del mundo.Fuente: telam