04/01/2025
Fernando Samartín, el mejor imitador de Sandro: “Fue un adelantado a su tiempo”
![](https://cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/2TF3BEHTMJDULEBKUIWN6DMBOQ.jpg)
Fuente: telam
El artista lleva más de dos décadas homenajeando al Gitano. Aquí repasa sus comienzos, qué lo atrapó del cantante, muestra el dibujo que le regaló y la foto autografiada que recibió como retribución y revela qué decisión tomó el día que el ídolo murió
>“Sandro siempre estuvo dando vueltas por mi casa”, recuerda Fernando Samartín, el intérprete que se ha convertido en el máximo intérprete de Sandro, cuando se cumplen 15 años del fallecimiento del “Gitano”.
Por estos días, Samartín está de vacaciones, pero el 18 de enero comenzará una gira lo llevará a Punta del Este (donde ese día se presentará en el Enjoy), y hacia fin de mes a Mar del Plata, San Bernardo y a otros puntos de la costa argentina.
— ¿Cómo empezó tu conexión con la música de Sandro?— Por mi tía, mi madrina, era una de sus “nenas”. Pero de mí de adolescente no me atraía para nada. Creo que en gran parte fue por la ridiculización que se hacía de él en los medios. Lo mostraban siempre con la bata roja, transpirado, con bombachas volando... y eso me alejaba.— En 1998 salió un disco tributo a Sandro, un disco de rock donde participaron bandas como Attaque 77 y Divididos. Un amigo lo compró y me lo prestó. Yo tenía 13 años y, cuando lo escuché, pensé: “Che, pará, esto está bueno”. Empecé a darme cuenta de que muchos temas que conocía eran de Sandro, aunque yo no lo sabía. Pero lo que realmente terminó de cerrar el círculo fue un día en que estaba dibujando en la cocina de mi casa —porque mi primer amor era el dibujo— y la tele quedó prendida. De repente, estaban pasando una maratón de películas de Sandro. Levanté la vista y vi una escena de la película Operación Rosa Rosa. Sandro estaba cantando, bailando, y me quedé fascinado. Ahí fue cuando pensé: “Esto está bueno”.
— ¿Tenías ya algún interés en la música en ese momento?— ¿Cómo seguiste explorando su obra?
— Lo primero que hice fue comprar un CD trucho de un peso, “Sandro: 20 grandes éxitos”. Después, en el Parque Rivadavia, que era el paraíso de los coleccionistas en aquel entonces, encontré un VHS de su recital en el Luna Park de 1988. Cuando lo vi, fue un antes y un después. Dije: “Yo quiero hacer esto”. Verlo en un show, con la orquesta, los arreglos, su interacción con el público... ahí supe que quería dedicarme a homenajearlo.— ¿Cómo decidiste imitar a Sandro?— ¿Qué te dijo el dueño del bar?
— ¿Cómo fueron esos primeros shows?
— Al principio, un caos. No sabía cantar, era desafinado, y mis amigos me decían: “Fer, dejate de hinchar los huevos y seguí dibujando, que lo tuyo no es el canto”. Pero estaba decidido. Me contacté con un profesor de canto, recorrí ferias americanas buscando ropa parecida a la de Sandro, y me puse a practicar como loco. El primer show fue increíble porque vinieron todos mis amigos y mi familia. El segundo fue un desastre, poca gente. Ahí me di cuenta de que me faltaba muchísimo.— ¿Qué aprendiste de esos primeros fracasos?— ¿Siempre fue Sandro tu foco principal?
— ¿Te gustaría seguir explorando otros personajes en el futuro?
— ¿Volverías a trabajar con Fátima Florez?
— ¿Cómo logras que tu interpretación de Sandro se sienta tan auténtica?
— ¿Y el vestuario?
— ¿Te preocupa caer en algo que pueda considerarse exagerado o irrespetuoso?
— ¿Cómo sentís que el legado de Sandro sigue vivo a 15 años de su partida?
— ¿Qué lo hace tan atemporal?
— ¿Tuviste algún contacto directo con Sandro?
— ¿Y con Olga Garaventa, su viuda?
— ¿Qué recordás del día que murió Sandro, del 4 de enero del 2010? ¿Dónde estabas?
Fuente: telam